Juanillo, a ti te han domesticado. Te lo digo a la cara, tú sabes que yo siempre voy de frente. Te han puesto la correa. A ti, que eras una leyenda de la noche, que nadie te seguía el ritmo ni a cubatas ni a tías. Siempre eras el primero en llegar y el último en marcharte. Y mírate ahora, disfrazado de pingüino, sonriendo como si este paripé te emocionara. Yo te quiero, Juanillo, pero este no eres tú.
Y dejadme en paz, coño, que no voy a soltar el micrófono. Aun tengo muchas cosas que decirle a los novios.
Y dejadme en paz, coño, que no voy a soltar el micrófono. Aun tengo muchas cosas que decirle a los novios.