Un inciso de cien palabras.
Estimados lectores, puede que hayan llegado aquí siguiendo el rastro de “El Pollito de Macondo” y de esa gran idea llamada LuchaLibro. Voy a aprovechar para enlazar aquí, aquí y aquí, los links a eventos destacados a raíz de tan prestigioso evento y de paso aprovecharé para agradecer (tum, tum, ¿se me oye?) a los organizadores, Daniel Medina y Criserey Oropez, por darle forma a un juego que me ha dado muchas alegrías y, sin duda, el impulso que necesitaba para ir terminando este humilde proyecto de literatura minimalista.
Mil gracias.
Continuamos con la programación.