prisioneros

El ansiado fin de la guerra fue celebrado por dos poblaciones hastiadas de años de horror, iniciando un camino de paz y entendimiento. Hubo un bello gesto inicial: se liberaron los primeros prisioneros, una larga hilera de hombres sucios y sonrientes. La respuesta, tan veloz como emotiva, fue soltar a otros tantos, uniformados y limpios, después de una copiosa cena. Como réplica, lujosos coches oficiales llevaron nuevos prisioneros a la frontera, vistiendo trajes y portando informes médicos sobre sus dolencias y tratamientos durante el cautiverio.
Un rumor irritado comenzó a circular en las calles “¿acaso se creen mejores que nosotros?”.

2 thoughts on “prisioneros

  1. Que bicho eres. Como muchos de los anteriores tiene un punto de maldad y oscuridad, pero sobre todo de velado (¿o no tanto?) insulto a la humanidad. Esta muy bien aunque es algo deprimente… y divertido a la vez. Por eso eres un bicho. 🙂

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