Sentado en su habitación favorita, ante el viejo jardín de piedra, el señor Hito razona. Ha observado las modificaciones que la luz provoca en las duras rocas, ha paseado con su mente por relieves y contrastes. Este vagabundeo ha permitido que su razón casi llegara a la verdad. Tan solo una última chispa, una idea final, le separa de su objetivo.
La katana atraviesa la pared de papel de arroz y luego el torso del señor Hito, no sin dolor y estragos.
Esta herida fatal trae la comprensión. No necesita girarse para descubrir quién es el traidor a su Casa.
A alguno le ha aprovechado bien el viaje a Japón 🙂
empieza como tanizaki y acaba como yamada (http://www.imdb.com/title/tt0483578/)…