El pueblo no es feo, pero no le hace ningún favor el cementerio de material radiactivo. Al menos los residuos están enterrados, no como el vertedero, que está bien a la vista, como siempre dicen los vecinos. Si no fuera por el sobrio edificio de la prisión, todo el mundo vería las montañas de basura desde la carretera. De cualquier manera, pocos visitantes tiene el pueblo desde que instalaron la central térmica junto al lago (ahora, pantano) así que tampoco es para estresarse por un poco de hollín en el ambiente. Eso sí, en ninguna parte verás rotondas mejor ajardinadas.
Y al anochecer llueven meteoritos 🙂
Jeje… Mucho Les Luthiers veo por aqui