Oye, qué buena postura tienes, ¿eh? Llevo fijándome un rato y da gusto verte. Estás genial, muy derecho y además se nota que es tu posición natural. Te da mucho aplomo, ¿sabes? Como de decir «aquí estoy yo», no sé si me explico. No, perdona. Solo era eso. No quería darte la tabarra, es que yo soy así. Me gusta reforzar las cosas buenas de la gente. Esa es mi política para casi todo. Conmigo no lo hicieron nunca y mira cómo terminé. Con la autoestima por los suelos, felicitando a desconocidos por tonterías. Y no hablemos de mi espalda.